The Eagle's Throne

Carlos Fuentes nos regala una mirada a un futuro no tan lejano, desde la perspectiva de los círculos del poder, y especialmente de la política mexicana. Pero va más allá. Es una mirada que se puede extrapolar a las distintas formas del poder político en Latinoamérica, sus intrincadas relaciones, la traición de guante blanco, la hipocresía soslayada. Un mundo donde incluso la virtud pública y la ética, representadas por Séneca, esconden bajezas personales, miedos y temores. Los diversos relatos son un reflejo de vidas reales, de seres humanos, no de figuras "inmaculadas e intocables". El recurso de las "cartas" intercambiadas entre los distintos personajes es una apuesta arriesgada, que en sí no da un sustento mayor a la historia (gatillada por un contexto geopolítico y una argumentación tecnológica que hace perder un nivel de credibilidad), que puede confundir por el grado de detalle difícil de encontrar en el género epistolar, pero que es marginal frente a la fuerza de los personajes, los relatos y las relaciones. Un aspecto interesante son las referencias a las teorías políticas de base. En eso, Carlos Fuentes se da ciertas licencias para destacar sus profundos conocimientos de la teoría política. Un libro muy recomendable.

El tema de la última novela del escritor mexicano, Carlos Fuentes, sin duda es apasionante: Como represalia al rechazo del gobierno mexicano a la política exterior norteamericana, el gobierno estadounidense "accidentalmente" deja a México sin sátelite de comunicación, así en pleno año 2022, el vecino al sur de la frontera queda incomunicado sin teléfonos ni Internet, regresando al siglo XIX y al furor epistolar de personajes tan maquiavélicos que harían quedar a los de Relaciones Peligrosas de Laclos, como la Caperucita Roja y Peter Pan, con el agravante de que no están tratando sólo de pasión sino de poder, en esta correspondencia está en juego la sucesión a la presidencia mexicana, y a todos los bienes, riquezas y traiciones que ella conlleva.Diversos personajes entre ministros, consejeros, ex presidentes, secretarios, jefes de policías, queridas, se cartean los unos con los otros como si fueran señoritas del siglo XIX, para expresar sus emociones y también sus ambiciones. Se tejen artimañas, complots, asesinatos, se declaran odios y deseos carnales sin ningún pudor, y aunque a veces el tono de las cartas es excesivamente narrativo lo cual rompe el efecto de género epistolar, las triquiñuelas políticas de los remitentes son una radiografía perfecta de la historia contemporánea de latinoamerica.