"Hola Bonita, est?s ocupada? Cuando puedas, por fabor llamame.
Cu?ndo pueda? La be larga hac?a que mis ojos saltasen de sus ?rbitas y los dientes crujieran. Como si masticara por descuido, dentro de un bocado de tarta o paella, un pedazo de Telgopor.
Cuando pueda quitar mi atenci?n de semejante brutalidad!
S?, m?s o menos as?. La repugnante traslocaci?n calzaba justo entre la permeabilidad y el rechazo dificultando el enfoque de mi atenci?n...