Al regresar al mundo de los esp ritus, Maur cio y Ant nio se dan cuenta de la magnitud de sus errores. En la reencarnaci n reciente, eran m dicos ambiciosos. Movidos nicamente por el ego smo, no escatimaron esfuerzos para satisfacer sus intereses.
Amargamente arrepentidos, son rescatados de la oscuridad y preparados para enmendar sus errores. Ahora, son benefactores dedicados de un Centro Esp rita. Aquellos que reciben el beneficio de su ayuda...