Cada uno de estos relatos pone una estampa ante nuestros ojos, r?pida y ligera, llev?ndonos a la sonrisa sin ning?n comentario; despu?s, ya terminada la lectura, es cuando el humor se convierte en sutil horror al comprender toda la situaci?n, y, lo que es m?s grave, al reconocer nuestra mayor o menor semejanza con los personajes vivos. Alguna vez incluso hay toda una tragedia de la naturaleza humana puesta en sordina bajo aspecto de rid?cula incomprensi?n....