Ocurri no hace tanto tiempo que las estaciones se detuvieron. Y los hombres, que precisaban del fr o invierno, tanto como del c lido est o para sobrevivir, marcharon a hablar con la primavera, pues por ser esta la primera era la m s estimada por todos. Y esto fue lo que ella les dijo: "No hace ahora ni seis lunas que vino un joven a mi vera para sembrar un recuerdo. Y al despuntar el primer rayo de sol brot este magn fico almendro que ahora...