Madrid, julio 30 de 188... Si por una, para m , desdichada casualidad, no hubiera estado yo ausente el d a en que t pasaste por aqu como un rel mpago, te hubiera enterado de palabra de estas graves cosas que voy a referirte ahora por escrito y de mala manera, porque tras de no tener el tiempo de sobra, jam s despunt por h bil en el manejo de la pluma. Yo te aseguro que no la tuviera en este instante entre los dedos sin el honrado temor de que adquieras...