A principios del siglo xx, el término nosológico para el ictus en las estadísticas de mortalidad era apoplejía , del griego golpear ; de ahí la oscura derivación del término clínico genérico accidente cerebrovascular. Este término contribuyó a promover la idea de que los pacientes con ictus eran víctimas y que, de alguna manera, el trastorno era providencial; por lo tanto, no era algo que estuviera sujeto a intervención de médicos o científicos. Ahora,...