Todo ser humano quiere ser feliz y no desgraciado. Sin embargo, la ofuscaci?n de la mente a menudo desencadena conflicto, fricci?n y desdicha. El gran ant?doto para el in?til sufrimiento de la mente son las cuatro maravillosas cualidades que, de tan espl?ndidas que son, Buda las denomin? Residencias Celestiales o Santas Moradas: el amor incondicional, la compasi?n, la alegr?a compartida y la ecuanimidad. El cultivo, desarrollo y despliegue de...