Se or dotor Francisco Nu es, f sico: yo, Fernando de Pulgar, escriuano, paresco ante vos y digo: que padeciendo grand dolor de la ijada y otros malos que asoman con la vejez, quise leer a Tulio de senectute, por auer d l para ellos alg n remedio; y no le d Dios m s salud al alma de lo que yo fall en l para mi ijada. Verdad es que da muchas consolaciones, y cuenta muchos loores de la vejez, pero no prouee de remedio para sus males. Quisiera yo fallar...