Hasta la invenci?n del espejo, en la Venecia del siglo XVI, nadie hab?a contemplado con detalle su propio rostro. Un espejo de Murano val?a m?s dinero que un cuadro de Rafael. Hubo quien busc? en el reverso y utiliz? la oscuridad para atravesar todos los l?mites. Desde la primera p?gina entramos en un inquietante juego de reflejos, donde participan una hermosa mujer, polic?as con la cruz gamada en la solapa y la ciudad m?s bella del mundo. La prosa...