Héroe en entredicho (Teatrología-Los Supremos) (Spanish Edition) [Spanish]

La historia narra la vida y la obra de Agust?n de Iturbide, que a base de audacia y de brillantes acciones b?licas, logra encumbrarse en la vida militar del pa?s hasta ser reconocido como Primer Jefe del ej?rcito y luego como emperador.Sin embargo, no tarda en entrar en conflicto con los representantes de varios intereses contrapuestos que lo obligan a dimitir y a exiliarse en Europa, de donde tiempo despu?s regresar?, con el objetivo de restaurar el orden social y pol?tico que imped?a el progreso de la naci?n a cuya independencia hab?a contribuido decisivamente.S?lo se encontrar? con la adversa suerte de que en su ausencia ha sido condenado a muerte y por lo tanto, al ser detenido, se le juzga y se le pasa por las armas, como traidor a la patria.De buena presencia y agradables modales, Iturbide montaba a caballo con gallard?a y destreza, y con tal resistencia, que frecuentemente hac?a jornadas de 15 a 20 leguas. H?bil conversador, reun?a las caracter?sticas de los caudillos: Memorista, adulador, rapaz, atrabiliario, narcisista y dado a la ostentaci?n.Algunos historiadores lo describen como un individuo generoso y cordial, que mediante continuos golpes de magnanimidad sab?a ganarse la voluntad de los hombres. Con este motivo se cuenta la an?cdota seg?n la cual, en una noche fr?a no dud? en desprenderse de su capa cuando uno de sus soldados tiritaba. En este orden de ideas, se le cataloga como un militar refinadamente arist?crata que ejerc?a sobre los dem?s la fascinaci?n de su valor "con una gracia que le era genial".Presumiendo de elocuente, gustaba de expresarse en p?blico. Quienes lo conocieron, lo recordaban como un orador brillante ("era de conversaci?n f?cil y desembarazada", apunt? en sus Memorias el ministro norteamericano Joel R. Poinsett, en tanto un detractor que quiso hacerse notable por su mordacidad, le regateaba m?ritos y lo colocaba entre "los talentos medianos".Sus enemigos ciertamente no lo ponderaban. Por ejemplo, hab?a quienes lo calificaban como el m?s encarnizado y cruel de los realistas, cuando defendi? la corona espa?ola; y abundan en semejantes ep?tetos: "Un hombre de guerra notablemente cruento y acostumbrado a matar tanto como a comer y a dormir", acus?ndole, adem?s, con alarmado y recoleto recato, que vivi? "entregado a sus vergonzosos amores". Algunos adversarios reconocen que era ben?volo con sus amigos, "pero no magn?nimo con sus enemigos" e "irrefrenable en sus ?mpetus biliosos". Sin duda se trata del m?s notable militar que dio la guerra por la Independencia, primero del lado de las fuerzas realistas y luego encabezando el proyecto de naci?n emancipada de Espa?a, a pesar de lo cual, su figura permanece en entredicho, porque si bien se reconoce hist?ricamente su contribuci?n a la liberaci?n nacional, todav?a no se decantan las pasiones que lo enviaron al pared?n y se le regatean los m?ritos que sin duda pose?a.