Julieta Figueroa Paz era un torbellino caprichoso de cinco a os cuando conoci a Lautaro D az Villar un poco m s grande que ella. l la llam "linda" y le regal las primeras acuarelas con las que Julieta descubri su pasi n por pintar. La atracci n crecer con ellos en el tiempo. Cada encuentro estar signado por la fascinaci n que se tienen, pero ambos son orgullosos y desafiantes y ninguno est acostumbrado a perder. l pelear por poseer sus pinturas...