Café Nostalgia

Café Nostalgia está más allá de la política. Café Nostalgia narra, simplemente, una historia sobre seres humanos y no sobre el partido que éstos militan (porque los cubanos son, también, seres humanos, y no sólo organismos vivos que deben definir su posición política constantemente). El contexto, para bien o para mal, es insoslayable. En ese sentido: contexto e historia, realidad y ficción, ésta obra resulta espasmódicamente real y poética. Es la pequeña historia de cada cubano, no importa del bando del que esté o haya estado. Es la agridulce crónica de cada "aquel-isleño" que ha visto partir, uno tras otro, desperdigándose por el planeta, a todos sus amigos. Y de aquellos que, en otra tierra, no logran quitarse de encima esa manía de extrañar la isla de la que, a pesar de todas las carencias (materiales y espirituales), guardan los mejores momentos. Cuba no es sólo un contratupunto entre Revolución y "gusanería". Cuba también es su gente: un pueblo normal y común, con sus achaques y virtudes, que ríe y padece, que goza y se lamenta. Que vive y ejerce su derecho a ser humano. Quien encuentre en éste volumen sólo una crítica al régimen, está leyendo con los ojos de la predisposición y es, por tanto, parte del mismo juego. Está en definitiva más politizado que como quiere hacer parecer a su autora. Quién califique este libro de panfleto carece de la más elemental sensibilidad. No entiende que lee sobre el dolor de la soledad y la lejanía; sobre la esperanza que, aunque la pinten de verde, se va marchitando con la nostalgia. No comprende que en el fondo es un canto, con la voz áspera y grosera, gastada por el desaliento, a la amistad. A la amistad sin condiciones, que es más fuerte que la distancia, la política y el desarraigo.La amistad que, por fortuna, no se desinfla.

Es una lectura excitante; lloras, ries y te sonrojas. El contenido es crudo. La realidad contemporanea cubana es asi y esa es Zoe. No obstante, le da esperanzas al que ha pasado por todo eso y concluye con un "there's always tomorrow".

El libro es excelente aunque el lenguaje que se usa será facilmente entendido solo por aquellos nacidos y criados en Cuba o entre cubanos. El lenguaje es muy típico, casi folklórico difícil de entender para otras personas que hablan castellano. Lo de la realidad cubana, muy bien plasmada, sufrimientos, miserias y frustraciones del diario acontecer habanero son sin duda alguna reales, me consta por que yo tambien los viví. Felicitaciones Zoe, te la comistes.