Don Amaranto de Fraile, a quien conoc hace muchos a os en una casa de hu spedes, era, sin duda, un hombre fuera de lo com n, no menos por la traza corporal cuanto por su inteligencia, car cter y costumbres. Alg n d a quiz se me ocurra referir por lo menudo lo que hube de averiguar de su vida, y sobre todo recoger por curiosidad sus doctrinas, opiniones, aforismos y paradojas; de donde pudiera resultar un libro que si no emula las Memorabilia en...