Ninguna especia que habita la Tierra cr a a sus hijos exigi ndoles que hagan cosas para lo que no han nacido, excepto la especie humana.No hemos visto un cocodrilo criando a su cr a para que aprenda a volar, ni a un guila criando a su cr a para que aprenda a vivir en el fondo de los r os. Pero en la raza humana lo vemos todos los d as, en todos los lugares, en forma institucionalizada, como si a nadie importara nada.Con este libro entrego a ustedes...