Bart Smith, gobernador de Tennessee, nunca se ha preocupado por los cambiadores. Los ve como violentos e impredecibles. Pero mientras cumplan con las leyes establecidas y se mantengan solos, l estar contento con el status quo. Pero cuando el deber llama, y l es testigo de la magnitud de la tortura y el abuso, ya no puede ignorar la cruel discriminaci n y los votos de los cambiadores recibir n los mismos derechos. Posteriormente, contrata a la...